Noticias


14 de junio de 2023

Santiago Auserón: “Con la manipulación del lenguaje y las noticias 'fake' no se educa ni se fortalece un país”

Juan Perro ha vuelto a ser Santiago Auserón. Una de las mentes más ilustradas y preclaras del circuito; tanto en teoría, como observador o analista del devenir de la cultura, como en la práctica activa. Ejerciendo de agitador, sus propuestas siempre se salen del estereotipo y de las rentas, de las que podía vivir perfectamente exprimiendo el legado de Radio Futura. Se reinventó en clave afrocubana como Juan Perro, acercándose de paso al jazz en varias ocasiones, y ahora, ya con su nombre, estrena sonido, banda y entorno: La Academia Nocturna. Impartirá su clase magistral en el lago de la Ermita de los Tres Juanes (Atarfe) el sábado (22h), abriendo la completa programación veraniega de ese espacio tan gustoso cuando llega el calor.   

La Academia Nocturna es su nuevo proyecto. ¿Hemos dejado a D.Juan Perro en el refugio un tiempo? 

─ He estado tres décadas paseando al personaje, más del doble de tiempo de lo que duró Radio Futura. Juan Perro nació como provocación, con la intención de devolver un ladrido a la industria musical juntando la tradición lírica hispana con la herencia del blues, el rock y el son cubano. Al cabo de ese tiempo me he convertido en artista independiente, los objetivos están cumplidos. Pero el espíritu del Perro me acompaña. 

Me recuerda a colectivos como The League of Crafty Guitarists de Robert Fripp, las orquestinas de Zappa y algún otro equipo de improvisadores (bien ensayados eso sí). ¿Voy bien?

─ Citas ejemplos notorios de la música experimental. Algo tiene que ver con eso la Academia Nocturna, pero se trata de un taller de canciones en el que la aportación de los improvisadores en el escenario es un elemento añadido al trabajo lento de elaboración. 

Se nos fue Vinyals por el COVID, su hombre de confianza… ¿Su ausencia tiene algo que ver con este cambio de vía? 

─ Sí, desde la preparación de los temas de Río negro hasta 2022 han sido doce años de colaboración muy cercana. Siendo a la vez roquero y jazzero, Joan me permitió ir formando un equipo de improvisadores de primer nivel que se ha ido implicando en el repertorio. Su desaparición marca un cambio de ciclo. 

Leía el otro día el comunicado que hizo con su hermano señalando los movimientos de la industria devorando a los creadores: la digitalización de archivos, la venta de catálogos…

─ Es hora de despertar del sueño: el rock y sus derivados, la música popular considerada como arte experimental, han sido barridos del mercado. La industria musical quiere controlar el diseño del producto, no quiere artistas creadores, salvo los que se someten a sus planes de mercado. 

─ Así nombres icónicos de la Contracultura como Dylan, Janis Joplin, Lennon… suenan en publicidades de bancos, automóviles etc… ¿Se puede salvar algo de la quema o no hay posibilidad? 

─ Los catálogos con valor publicitario pertenecen a sociedades financieras, las antiguas compañías de discos venden su catálogo en bloque a las plataformas digitales, que con sus playlists diseñan el patrón del éxito, y las ganancias se reparten engordando artificialmente los productos comerciales. Por el camino de la mainstream no hay salida. Pero, en realidad, todo eso tiene poco que ver con la música. Hay vida más allá del sonido robotizado. 

Y qué responsabilidad tenemos los medios en este ‘todo vale’ y ‘tonto el último’…

─ La responsabilidad es tanto de los medios como de los artistas y de cada consumidor. Hay que decidir lo que uno quiere hacer con su vida. Cuando los adictos a las nuevas músicas urbanas crezcan, veremos qué pasa. Los roqueros somos ya una minoría marginal, como los jazzeros, los clásicos y los contemporáneos, todo un honor. 

─ Escuchándole y leyéndole siempre sugiere la música como vía de conocimiento, pero la realidad es que está quedando como vía para el divertimento y poco más…

─ La tensión entre la herencia musical del pasado y el espectáculo frívolo se mantiene a lo largo de toda la historia. Los dos caminos conviven y, si uno vive del escenario, tiene la opción de hacerlos compatibles. 

─ Que seamos, -noticia de esta semana- de los últimos en comprensión lectora ¿es un dato relevante de este mundo nuevo?

─ En España parecemos especialistas en récords contra la inteligencia. Aquí todo el mundo nace artista y posee la razón por ciencia infusa. ¡Hay periodistas que alardean de no leer libros! 

Su último disco se llamó ‘Libertad’, uno de los términos que parece haber cambiado de contenido ¡y hasta de bando!

─ El significado de esa palabra es complejo, siempre algo salvaje, no se deja reducir a las manipulaciones de partido o de mercado. Apoderarse de los lemas del contrario es una estrategia neoliberal, pero con la manipulación del lenguaje y las noticias 'fake' no se educa ni se fortalece un país. 

─ Por cierto que recuperando a un viejo conocido: Joe Dworniak…

─ Joe ha coproducido 'Libertad' y ha mezclado el disco póstumo de Joan Vinyals. Es un espíritu libre, un artista y un amigo. Echad un vistazo a su música, hace una mezcla de ambient, clásico y pop, acaba de publicar Anaphora, vol. I, su primer álbum.

Con una semana de distancia han venido usted y Kiko Veneno... ¡Hace 40 años del ‘Cantecito’…

─ Está bien que Kiko siga en la brecha inventando cosas, es un alivio. 

─ ¿Cómo es una clase en directo de esta Academia?

─ Ocurren cosas imprevistas, la instrucción es algo temeraria, la clase puede llegar hasta las luces del alba.

 

Entrevista de Juan Jesús García para de El independiente de Granada.