27 de septiembre de 2018
Narró también su tiempo en el grupo musical Radio Futura, que lideró de 1979 a 1992, siendo uno de los grupos fundamentales de la conocida como “Movida madrileña”, y se convirtió en uno de los mejores grupos de rock españoles de todos los tiempos.
“Con los primeros ahorros que teníamos decidimos realizar unas vacaciones a Cuba. En ese viaje conocimos la cultura cubana y quedamos prendidos de ella. Recorrimos todas las tiendas de música, todos los rincones que tuvieran relación con las sonoridades propias de la Isla”, declaró.
Profundo investigador de las raíces del son cubano, el cantante y compositor español ha compartido lazos de amistad y escenario con destacadas figuras de la música como Los Muñequitos de Matanzas, el Septeto Spirituano, Faustino Oramas, Pancho Amat y Compay Segundo. Sobre estos dos últimos narró la anécdota de cuando se encontraron por casualidad en su casa en España, y se estrecharon aún más los lazos entre los tres artistas. “He tenido el gusto de conocerlos, compartir con ellos”.
“Se enamoró de la música cubana y de su gente”. Esta profunda relación provocó que durante la década del 930 produjera una recopilación de música tradicional cubana Semilla del Son (cinco álbumes). También colaboró en la organización de los Encuentros de poetas y soneros cubanos en la Casa de América de Madrid en 1993, y los Encuentros del Son y el flamenco de la fundación Luis Cernuda de Sevilla en los años 1994 y 1995.
Señaló las lindas experiencias que vivió en el año 1995 cuando grabó en La Habana su álbum Raíces al viento y cómo buscaba “refugio cultural en Cuba; un país cultural, con un legado importantísimo de música y talentosos artistas”.
Y no solo durante su vida se limitó hacer música, sino que también ha dedicado su vida a la investigación y a la producción literaria. Producción literaria. Desde 1997, publica artículos sobre música, arte y pensamiento en diarios y revistas especializadas.
Partiendo de sus experiencias en Cuba, dio conferencias sobre la nueva música popular en el País Vasco y Madrid, y otras de contenido filosófico y musical en las universidades de Madrid, Granada y Valencia.
Ratifica la importancia de las influencias culturales, el intercambio entre los artistas de diferentes géneros y sobre los mercados actuales de la música.” Cuando llego a Cuba todo es diferente, a Compay Segundo yo le hablaba de jazz, decían “pero claro esa es la influencia”.
Sobre Pancho Amat habla de su profunda amistad y su trabajo en conjunto en busca de nuevas sonoridades musicales. Cuenta de su empeño en difundir la música de este artista cubano por todos los rincones del mundo.
Promete en cada presentación cantar de una manera desnuda, sincera, sin trucos, pero “lo más cercana posible al público que me mira en el escenario”.
En cada presentación Juan Perro no se limita solo a cantar, sino que intercambia de modo jocoso con la audiencia; cuenta historias; elogia al público y trasmite emociones. Dice que él en cada tema: “une diversos sones cantados en nuestras lenguas colectivas”.
Artículo de Thalia Fuentes Cueva para La Jiribilla.