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22 de julio de 2021

Santiago Auserón: «Soy más feliz peleando por mi independencia»

Santiago Auserón, o su álter ego, Juan Perro, visita hoy Valencia para presentar ' Cantos de ultramar', un disco que recoge los temas de su anterior álbum, 'El viaje', aunque actualizados y listos para mostrarse al público. El que fuera cantante de Radio Futura dejó atrás una carrera de éxitos para mantener su libertad. «Soy más feliz peleando por mi independencia», confiesa.

–¿Qué va a encontrar el público valenciano en este concierto?

–Una banda que poco a poco está retomando la actividad después de una etapa muy larga de dificultades. Somos unos músicos que hemos conseguido mantener el vínculo gracias a una nueva producción estos últimos meses porque no había continuidad en los conciertos.

–No es tan habitual en estos tiempos ver a seis músicos sobre un escenario...

–Es el resultado de un largo proceso. El parón debido a la pandemia había puesto en riesgo la sonoridad. Pero a base de ir poco a poco juntándonos en el local de ensayo hemos podido mantener el espíritu de banda. Está más caliente que nunca.

–Tampoco debe ser fácil enfrentarse a un público con mascarilla, aforos reducidos...

–Estamos en esa situación y es lo que hay, debemos estar precavidos. Esto no ha terminado. Es indispensable seguir con las medidas de seguridad, que no demos pasos atrás.

–Defiende que la cultura es segura.

–Por supuesto. Yo no he visto más precauciones que las que tomamos los músicos. Cuando doy un paseo, veo a la gente a las puertas de los bares... no hay la misma seguridad que he sentido al ir a un concierto, al meterme en una sala o un teatro. No podemos pagar el pato por otras actividades que no tienen cautela.

–¿Cómo ha podido compaginar la gira con un nuevo disco?

–A base de trabajar mucho y de programarlo todo con antelación. He estado casi seis meses volcado con la composición y la grabación. Pero ahora, en vez de correr, he decidido parar y dejar reposar el disco unos meses y empezar a girar. Ya retomaremos la producción después de salir a la carretera, que es ahora lo que más urge.

–¿Es una osadía grabar un álbum en momentos en los que no se venden discos?

–Sí. Todo lo que no entre en lo ‘mainstream’, en lo convencional, no suena en las radios ni se ve en los ‘talent shows’. No tiene apenas sitio para sobrevivir. Ahora, hacer un disco con ciertos estándares de calidad no se amortiza. Estamos esa lucha, forma parte de este oficio. Sabemos que las televisiones no nos van a abrir las puertas fácilmente. A mí me han propuesto ser ‘coach’ de un talent o participar en un anuncio de cervezas y he dicho que no. Así que si no estás en el negocio, no cuentan contigo. Ese es el riesgo. Pero ya trataré yo de convencerles de que merece atención lo que hacemos.

–¿Se arrepiente de haber renunciado al éxito por mantener la libertad creativa y musical?

–No. Soy más feliz peleando por mi independencia y disfruto mucho del proceso de creación de la música. Lo que toca es pelear para hacerla llegar a la gente. Me divierte más hacerlo así, es mucho más interesante.

–¿Sigue creyendo que el rock ha muerto?

–Como moda mediática, sí. Como música popular que tuvo un momento creativo muy intenso durante dos décadas, todo eso se acabó. E, incluso en el espacio en el que se produce a gran escala, como es en el ámbito anglosajón, es mimético, repetitivo y tiene poca novedad que aportar. Lo digo creativamente hablando aunque siga siendo negocio en algunos mercados, no en el nuestro. Sus registros están ahí todavía, vibrantes y al alcance de todos nosotros.

Entrevista de Noelia Camacho para Las Provincias.