03 de abril de 2019
La gala de la vigésima edición de los Premios de la Música Aragonesa se convirtió ayer en juna fiesta reivindicativa del trabajo de los músicos de esta tierra. Ya lo dijo Santiago Auserón, «nacer en la ribera el Ebro y dedicarse a la búsqueda de ideas y sonidos es meterse en un lío, con aire y aguas de espantables remolinos». De ahí que él, cuya carrera musical se ha fraguado en Madrid, lanzó un «¡Viva los negros del Ebro!» en reconocimiento a todos aquellos que aquí se dedican a hacer canciones.
Un colectivo que, en verdad, tiene un gran caldo de cultivo y ha dado y sigue dando grandes frutos. Ayer, en el Teatro Principal, había como un cierto sentimiento de orgullo entre los presentes al ver reunidos por una misma causa a referentes como el propio Auserón o Kase.O, además de otros nombres consagrados de la música aragonesa como Pardinilla María José Hernández, Sho-Hai. Niños del Brasil, junto a las nuevas generaciones que representan bandas como Lux Naturans, NØM, The Hard Mama, Lorien, Nuei...
Fuente: El periódico de Aragón.
Santiago Auserón, totem mundial de la música popular en castellano, y zaragozano, recogía el premio a Mejor Solista cerrando el pasado 2 de abril, desde el Teatro Principal, la gala de los Premios de la Música Aragonesa del 20º aniversario. Fue la gran guinda de un pastel de cumpleaños repleto de sabores. Sorpresas y emociones de principio a fin.
Fuente: Mondosonoro.