09 de octubre de 2022 | Santiago Auserón
Discurso en el acto de nombramiento como hijo predilecto de Zaragoza, por Santiago Auserón
Nací a dos pasos del Mercado Central, en la calle de Las Armas, número 69, cuando todavía la inmigración rural humilde no había permitido que se degradasen aquellas viejas casas, en las que todavía resonaban ecos de fusilería de la tremenda batalla contra el invasor, tan magníficamente narrada por Galdós, y del estruendo menos glorioso de las sirenas y las bombas extranjeras que decidieron nuestra guerra fratricida. En el barrio de El Gancho pervivía cierto clima de exaltación, mezcla de fatalismo y ansia de porvenir, que debía dejar huella en el ánimo de cualquier chiquillo.