Grabado y mezclado en los estudios Sigma Sound Studios de Nueva York, Noviembre-Diciembre 1986
Master realizado por Ted Jansen en Sterling Sound.
Luis Auserón: bajo
Enrique Sierra: guitarra eléctrica
Santiago Auserón: voz, guitarra española
Carlos Torero: bateria
Pedro Navarrete: teclados
The Uptwon Horns Crispin Cioe: saxo alto y barítono
Arno Hecht: saxo tenor
Hollywood Paul Literall: trompeta
Bob Funk: trombón
Daniel Ponce: percusión
Joe Dworniak: segunda guitarra en “La mala hora” y percusión en “Lluvia del porvenir”
Es una producción de Ariola.
Arreglos de RADIO FUTURA Y JOE DWORNIAK
Arreglos de metal dirigidos por Jim Biondolillo
EN UN BAILE DE PERROS
Cierra la boca ya de una vez
Si no quieres llenarte de aire
Porque el aire está lleno de moscas
Que después no te dejan dormir
Deja ya de intentar caer bien
A todo aquel que se ponga delante
Pues quizá todo el mundo a la vez
Va a cambiar de opinión contra ti
Es mejor que llegues tarde a la cita
Y que ya te tendrías que ir
Que no sepan por donde has venido
Ni por donde vas a salir
Haz el favor de no tocar ese vaso
Estáte quieto que te van a dar
Y métete en el bolsillo las manos
Y no silbes para disimular
Y no trates de ir de sincero
Que pareces el peor embustero
Miente sólo un poco en cada ocasión
Y tendrás una buena canción
Y cuando oigas tu nombre sonar
Di que sólo has venido a tocar
En este baile de perros
Porque los gatos no quieren bailar
EL HOMBRE DE PAPEL
Era un hombre de papel
Era un juguete del viento
Que en el cielo de la ilusión
Hallo su propio infierno
Y al llegar la madrugada
Laberinto de intensidad
En la esquina morada
De la mano de soledad
En su sonrisa irresistible
Se anuncia un suave cataclismo
Pero el mismo amor
Abre un abismo entre los dos
Yo cambiaría mi traición
Por compromiso
Pero en el fondo del compromiso
Hay una traición mayor
Nunca termina la guerra
Para los hijos del terror
Voy guiado por otra voz
Soy indígena de una tierra
Que nunca existió
A CARA O CRUZ
El sabor de la uva morena
Me gustó, el de la rubia también
Dicen que voy por la mala senda
La tierra tiembla bajo mis pies
Y es que el amor es una enfermedad
Que una vez contraída no se cura
Y por más que uno quiera perdura
Y se contagia con facilidad
Si en el árbol del bien y del mal
Eres fruta prohibida, tú
No me juegues una mala partida
Yo mordí por instinto animal
Pongamos la cosa clara
Busquemos alguna luz
Lo echamos a cara o cruz
O lo hacemos por la cara
Fui a preguntarle al doctor
Si es que soy un caso normal
O si es mi destino fatal
El estar de tan mal humor
Porque todos me rehuyen si me ven así
Será que tengo una pinta muy rara
O se creen que me he vuelto majara
Mas cuando quiero estar solo vienen a por mí
No le reconozco, me dijo el doctor
Pues no sé dónde va usted a parar
Si hasta su sombra ha empezado a cambiar
Y en el caos no hay error
Eso me dijo el doctor
La cosa pierde color
Cuando la piensas dos veces
Y más dispuesto pareces
A pensar en lo peor
Esta noche hay rocanrol, vecino
Pero ha empezado a llover
Los del grupo ya están en camino
Y no sabemos qué hacer
Pues vamos a ver, dijo Don Rufio Datura
Por qué tenéis que perder la razón
Pues sin esfuerzo consigue natura
Lo que ansía vuestro corazón
No esperes hoy la tormenta de ayer
No dura siempre la pena de este infierno
Y aunque el azul del cielo no es eterno
Hasta mañana no vuelve a llover
Nunca se puede saber
Lo que va a ocurrir mañana
Salvo que al fin de semana
Sigue un lunes otra vez
La cosa pierde color
Cuando la piensas dos veces
Y más dispuesto pareces
A pensar en lo peor
Pongamos la cosa clara
Busquemos alguna luz
Lo echamos a cara o cruz
O lo hacemos por la cara
LLUVIA DEL PORVENIR
Roto está el conjuro de los enemigos
De este pueblo oscuro que ha de florecer
Del cielo negro cae la lluvia
Lágrimas de contento inundan mis ojos
Exhalando su alma como un perfume
Nuestros muertos descansarán
Un meteoro que se aleja del horizonte
Era el espíritu que estaba envenenando el aire
No mas aceros afilados en la brisa
Mis pensamientos crecen hacia el cielo
Hay agua abundante en este páramo
Y han vuelto los colores a su rostro
Ella entiende lo que yo no sé decir
Y ahora renace mi orgullo guerrero
Su pureza me conmueve tanto
Como la extraña libertad de sus costumbres
Y sale del agua con un cuerpo nuevo
Sin memoria, para los dos
LA NEGRA FLOR
Y al final de la Rambla
Me encontré con la negra flor
Que creció tan hermosa
De su tallo enfermizo
Y al final de la Rambla
Me encontré con la negra flor
¿Dónde vas negra rosa,
Me regalas tu amor?
Que tu pena fuera sólo por mi culpa
Que mi culpa fuera sólo por amor
Que los besos flores negras
De la Rambla son
O de un rincón
37 GRADOS
37 grados y un montón de huesos
Con algo de pellejo alrededor
Habrá que echar toda la carne
Al asador
Es un asunto muy viejo
Con este socio traidor
Cambiar la piel de conejo
Por una piel de tambor
Hacia la calle Tristeza
Me fui buscando una pieza
Tarareando la musiquilla
De un anuncio
Pero de pronto salió la hermosura
Ay cariño, pellizcame
Y eres como una escultura
Que se queda pegada a mis dedos
No te sofoques, mi amor
Pero tengo que verte primero
Antes de dar más dinero
Sin conocer tu valor
Mira por este agujero
Caleidoscopio, dijo
Prueba en mis labios el licor
Es un veneno sin sabor
Una violeta sin color
Extraña flor
Y en el rincón prohibido
Silencio ensordecedor
Dime por qué te han salido
Bigotes de roedor
Pues aunque un cadáver desnudo
Por la presión del deseo estoy mudo
Esta es la ley del embudo
Sí señor
Y con los brazos en cruz
Te me haces transparente
Y eres como una balanza
Con las pesas colgando por dentro
Y siento agujas de hielo en tu aliento
Y sé que hay gente esperando en la calle
Eres un valle salado
Yo soy noctámbulo viento
Dices que soy un vulgar caradura
Pero tú te aprovechas de la luz al bailar
Y se te ve la costura
De hilo rojo infinito
Sabes algo más
Y no lo quieres decir
Que el demonio del sueño te lleve
A la salud de mañana
37 grados
ANNABEL LEE
Hace muchos, muchos años, en un reino junto al mar
Habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
Y crecía aquella flor sin pensar en nada más
Que en amar y ser amada, ser amada por mi
Éramos sólo dos niños, mas tan grande nuestro amor
Que los ángeles del cielo nos cogieron envidia
Pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad
Como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar
Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
Para helar el corazón de la hermosa Annabel lee
Luego vino a llevarsela su noble parentela
Para enterrarla en un sepulcro, en aquel reino junto al mar
No luce la luna sin traermela en sueños
Ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
Y así paso la noche acostado con ella
Mi querida hermosa, mi vida, mi esposa
Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores
Que saben más como dicen, de las cosas de la vida
Ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar
Separaran jamás mi alma del alma de Annabel Lee
No luce la luna sin traermela en sueños
Ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
Y así paso la noche acostado con ella
Mi querida hermosa, mi vida, mi esposa
En aquel sepulcro junto al mar
En su tumba junto al mar ruidoso
LUNA DE AGOSTO
Luna de agosto
Madre y señora del vino
Hazme encontrar el camino
Luna de agosto
Hazme llegar a mañana
Sin este sueño asesino
Madre y señora del vino
Luna de agosto
Tú que te bañas
En ese charco sagrado
Lleno de mosto morado
Que nadie puede probar
Tira del carro
Y rueda con ritmo lento
Hasta que salga del barro
Nuestro alimento
Diosa dorada
Al recibir tu mirada
Crecen las sierpes y huye
Retorciéndose
Luna de agosto
Perla madura del cielo
Vengo a buscar tu consuelo
Luna de agosto
En otros ojos de agua más clara
Quería mirarme
Mas siempre vuelvo a buscar tu sonrisa
De sorna cruel
Vela conmigo
Soy el insomne, tu amigo
Dame tu antigua caricia
Y conversación
Reina del año
Que sea libre de daño
Esta cosecha
Para el futuro bebedor
LA MALA HORA
Es la mala hora, condenado estoy
Es la mala hora, condenado estoy
Por no hacer caso de la voz interior
Que sería mejor no volver a escuchar
Y mirar a una estrella lejana
Es la mala hora, condenado estoy
Es la mala hora, condenado estoy
Cien pájaros hambrientos anuncian la aurora
Es la mala hora, mi suerte acabó
Es la mala hora, condenado estoy
Es la mala hora, condenado estoy
Por intentar apagar esa luz
Encendida en el último rincón
Y buscar el favor de la noche
Es la mala hora, condenado estoy
Es la mala hora, condenado estoy
Pero ha de haber en las horas
Una falla inesperada para mi
Y como el agua desbordada
He de correr, si
Por querer aflojar el nudo
Que me aprieta el cuello
Y creer en las manos más
Que en el corazón
Es la mala hora, condenado estoy
Es la mala hora, condenado estoy
Cien pájaros hambrientos anuncian la aurora
Es la mala hora, mi suerte acabó
EL CANTO DEL GALLO
El jaleo de los días de feria
Ya se oía a un kilometro del pueblo
Y un extraño acento en el hablar
De los que halló por el camino
Un coro de muchachas y una vieja
Levantándose las faldas al bailar
Y un jovencito de broma peligrosa
Haciendo gala del orgullo local
De los que dan dinero por la noche
Para que nunca termine su canción
Para que sude el músico ambulante
Su condición de vagabundo
Es ya la hora del aperitivo
Y todavía no funciona el tiovivo
El músico buscó la acera en sombra
Y la ventana donde olía a flor
Tenga esta rosa blanca, señorita
A cambio de su negro pensamiento
Por qué motivo temblaron sus labios
Vio en sus ojos el fondo de un volcán
Y mientras tanto corría la sangre
En la plaza como vino común
Y las plumas de los gallos
Por el aire volaban aún
Quítese usted de en medio forastero
Que ya no quedan señoritas en el bar
Ya cantó como el gallo de pasión
Pero esta es mi canción y el baile va a empezar
El músico ambulante se agarró del vaso
Y sintió que flotaba en la luz artificial
Apuró el trago de madrugada
Un borracho imitaba el canto del gallo
Se deslizó por una callejuela
Antes de que empezase a clarear
Y al pasar por la ventana enrejada
Suavecito empezó a silbar
Pero nadie conocía la tonada
Que era inventada para la ocasión
Y se fue por el camino a contemplar
Los desvelos de las últimas sombras
Y caminando iba pensando que ganar
Siempre es tentar a la otra cara de la suerte
Y que por eso te hacen daño los huesos
Cuando golpeas fuerte
Y así se fue chasqueando los dientes
En memoria de algún actor
Cuyo nombre se ha perdido
Y que hacía de bandido
Y sintió la alegría del olvido
Y al andar descubrió la maravilla
Del sonido de sus propios pasos
En la gravilla