04 de marzo de 2008
En la década de los 50 grabó con Israel "Cachao" López, considerado como el inventor del mambo. También tocó con Arturo Chico O´Farrill y con Machito. En 1955 viajó a Caracas y después a New York, donde conquistó sus triunfos definitivos. Los especialistas estadounidenses lo llamaron "Manos de Oro". Con la orquesta de Fajardo y sus Estrellas, llegó a las pistas de baile de Broadway, se presentó en el hotel Waldorf Astoria, donde recibió su primera propuesta como solista. Realizó giras por California, Texas, Chicago y Miami. Compartió escenario con Josephine Baker, Frank Sinatra, May Ferguson, Los Chavales de España. En el Círculo Cubano de New York, hizo espectáculos para recaudar fondos para la lucha insurreccional en Cuba. Tras cinco años en Estados Unidos regresó a Cuba en 1960.
Participó en formaciones como el Quinteto Instrumental de Música Moderna, la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de Manuel Duchesne Cuzán y de José María Vitier. En 1964 popularizó composiciones propias, como Perico no llores más, Auxilio, Fanfarrón, Mami dame el Mantecao, No metas la mano en la candela. En 2002 fue acreedor de la medalla "Alejo Carpentier" y en 2004 obtuvo la Orden "Félix Varela". Obtuvo el Premio Nacional de la Música de Cuba en 2006. Visitó España a menudo, ofreció charlas y seminarios sobre percusión cubana.
En 1994 grabó en La Habana el disco de Juan Perro Raíces al Viento. Su participación fue fundamental. Trabó amistad cercana con Santiago Auserón y con el contrabajista Javier Colina, iniciando a ambos en los secretos del montuno y la rumba. A lo largo de toda la grabación prodigó sus valiosos consejos acerca de las percusiones, de los patrones rítmicos, de la sonoridad en general. Grabó impecables tumbadoras e introdujo en varias canciones su sección de tambores batá. Guía del nuestro equipo durante el día y buena parte de la noche, Tata nos dejó su huella imborrable, su mezcla particular de sabiduría rítmica y alegría de vivir.