14 de marzo de 2011
El alter ego del ex líder de Radio Futura desgranó casi todas las canciones de su nuevo álbum, Río Negro, en un ambiente relajado que invitaba a sentarse en un sillón cómodo con una copa en la mano y, si la ley lo hubiera permitido, con un cigarrillo en la otra. No obstante, el montaje era distinto y el público permaneció de pie durante dos horas. No fue hasta casi el final cuando el artista sacó del baúl una particular versión de la Charla del Pescado, A un perro flaco o Perla Oscura que desataron las ganas de bailar de los más animados.
Fue un concierto íntimo no exento de momentos graciosos. Juan Perro, en perfecta conexión con el público, recordó hasta en dos ocasiones que el nuevo disco se vendía en la puerta del recinto -la crisis también está afectando de lleno a los productores musicales- e incluso se quitó el sombrero y se lo acercó a los espectadores situados en las primeras filas "para que echaran algo". Bromas aparte, Santiago Auserón encabezó la movida de los 80 pero ha sabido adaptarse como nadie a los nuevos tiempos e incluso comercializa los temas de su último disco por internet de forma separada a 75 céntimos por canción.
Reclamó que, por unos instantes, Málaga, Torremolinos, Benalmádena y Fuengirola se hicieran africanas tras cantar Reina Zulú y tuvo un recuerdo para las víctimas del tsunami de Japón o las revueltas de los países árabes. "Siempre que vengo a Málaga me pasa algo bueno", dijo el cantante. Perro viejo, Perro seductor, Perro bromista, Perro fino, Perro artista con mayúsculas… Se echaba de menos un nuevo disco -Cantares de Vela fue publicado en 2002 y en todo este tiempo ha habido proyectos sueltos con Las Malas Lenguas o con la Original Jazz Orquesta del Taller de Músicos- y no ha defraudado. "Poco talento y algo de cuento", reza en uno los temas del nuevo álbum. Ninguna de las dos cosas se dan en un Juan Perro que gana en las distancias cortas.
Crítica de Ángel Recio para Málaga Hoy.