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20 de enero de 2008

LLEGÓ EL TRESERO: NUEVO DISCO DE PANCHO AMAT Y SU CABILDO DEL SON

               

Del sello EGREM, este fonograma resultó premio en la XI edición del Festival del Disco Cubano, Cubadisco 2007, en la categoría de Música Popular Tradicional y cuenta con 12 temas. Ellos son: Desenfreno, Un bongosero en New Orleans, Son para mi abuelo, Llegó el tresero, Ella y el ciclón y Mi negra quiere cumbanchar, del propio Pancho y los titulados: Errante y bohemio-Campanitas de cristal, de Rafael López y Rafael Hernández; de este último aparece también Ausencia; Sorpresa con harina de boniato, de Marta Valdés: Cortico y sabroso, de Daniel Amat; El Jamaiquino, de Andrés Echavarría (El Niño Rivera) y Juramento, de Miguel Matamoros.

Como invitados: Miriam Ramos, en Ausencia; David Álvarez, en Juramento; su propio hijo Daniel en el piano, en Cortico y sabroso y el clarinetista Javier Zalba, en Juramento. Ello unido a la calidad de la grabación y masterización, a cargo de Pedro Ugarte y Ernesto Vergara; a la producción y dirección musical de Pancho, la producción ejecutiva de Francisco Paquitín Dueñas y la impecable fotografía, arte y diseño del CD, de Tomás Miña, hacen de Llegó el tresero, no solo una "mínima joya" -como lo cataloga Rodríguez Rivera-, sino, a mi juicio, y parafraseando a Nicolás Guillén, "una joya colosal".

Y si después de escucharlo, de sentir junto a Pancho y a sus excelentes músicos e invitados esa sensación que provoca la maestría de tan buenos músicos, de disfrutar desde un son, una guaracha, una descarga, un bolero y hasta un changüí, no se niega a apagar su equipo, siéntase entre los seducidos como yo.

Desde el primer tema hasta el último, se respira una rica sabrosura. A lo tradicional -que Pancho siempre ha sabido respetar, bebiendo en figuras como El Niño Rivera, Ignacio Piñeiro, Miguel Matamoros, el puertorriqueño Rafael Hernández y Arsenio Rodríguez- suma lo contemporáneo, en una fusión que es capaz de provocar "el desenfreno cubano".
Protagonista principal, el tres, nos va llevando a introducirnos en lo más profundo de cada obra. El tres es como un tren que arrastra a los demás instrumentos para lograr lo que Pancho quiere: que le guste a todo aquel que lo oiga y lo baile también hasta sus mayores consecuencias. No falta el merecido homenaje a toda nuestra rica tradición sonera y a la música. Músicos e hijos de New Orleans, quienes sufrieron los efectos del Katrina y vieron perder una rica tradición en el jazz. Un bongosero en New Orleans, de Pacho Amat, es un canto a la esperanza y una deuda con tanta buena música, de la que también bebió el célebre artista.

Otros temas: Cortico y sabroso, Sorpresa con harina de boniato o los legendarios Ausencia y Juramento, también son dignos de destacar en este CD que hoy nos regalan este tresero mayor y su Cabildo del Son y la EGREM.

RICARDO ALONSO VENEREO