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29 de noviembre de 2014

Los aristócratas de las doce corcheas

El primero de ellos, una mesa redonda sobre las Letras y músicas de ida y vuelta -en compañía de Juan José Téllez y Faustino Núñez- y el segundo, el concierto que servirá de cierre a la edición, el que Juan Perro & La Zarabanda ofrecerán esta noche en el Gran Teatro Falla. "Creo que cerraré casi con lágrimas esta última reunión, porque La Zarabanda ha resultado ser una formación maravillosa, soñada desde hace mucho tiempo, la más completa en nuestro país desde el punto de vista interétnico -comenta Santiago Auserón-. Mover a La Zarabanda es mover a 18 personas desde distintos puntos de la Península. Sólo para reunirnos para ensayar ya es un órdago, y volvemos locos a la organización cada vez que queremos viajar".

Todos sus integrantes, asegura el músico zaragozano, son "muy conscientes" de lo "significativa que ha resultado la elección de Cádiz como lugar para despedirnos. La Zarabanda, nombre del primer cante y baile de negros nacido en Andalucía, surgió "probablemente a la vez", en Cádiz, en los Puertos, en Triana... en todos esos sumideros de mestizaje. "En esa época -continúa Auserón-, los ritmos se convertían en personajes, y la zarabanda terminó siendo una mujer pública de los puertos que después, en América, evolucionaría hacia la chacona. Pero es el mismo ritmo, el de las doce corcheas que está detrás del compás flamenco y que nos hermana con África".

Cuenta Auserón que, según consta en los archivos arzobispales, el Cádiz del siglo XVII contaba con, "al menos", un 10% de población negra o mulata: "Un porcentaje que tuvo mucha más relevancia a nivel cultural que demográfico, como depósito de memoria de los intercambios musicales cuando la trata de esclavos se orientó hacia el Atlántico, conservando la influencia melódica árabe. La presencia de los negros de Iberia despertó en alguien toda esa memoria, y Cádiz estuvo siempre en el epicentro de esos intercambios que sirvieron de caldo de cultivo a lo que entendemos como música sincopada de la negritud. La ventaja de Andalucía es que ya lleva el compás incorporado, y que puede abrirse con más facilidad a esos ritmos. Toda esta teoría se completa, por supuesto, con músicas, con ritmos, cadencias... Mi intento es el de concretar esa reflexión desde las 'semillas negras' de Radio Futura hasta hoy".

Juan Perro & La Zarabanda dan vida, en fin, a los sonidos que han "surgido y sonado" en Andalucía occidental desde hace siglos: "La cosa afroamericana se estaba cocinando aquí desde hace mucho tiempo -subraya Auserón-. Esos otros cantos que creíamos ajenos eran de nuestra tradición propia, venían de ella de manera indirecta. Por eso los que llamamos viajes y cantes de ida y vuelta han servido para entender o despertar el interés por esos estratos de memoria, de información olvidada o deliberadamente borrada".

Siguiendo esta línea de pensamiento, España es una idea "muy compleja", apunta Auserón, "y eso es precisamente lo que me regocija, a ver si acabamos de entenderlo de una vez: yo estoy muy contento de formar parte de una tierra con tantas identidades. Fuimos durante siglos el límite del mundo conocido, esos catorce kilómetros que nos separan de África nos llenan de ritmos y de conflictos, somos el sur de Europa y de aquí salían las rutas hacia el Nuevo Mundo -recuerda-. Las culturas de influencias germanas que terminaron fusionándose con las corrientes del cristianismo conforman una pata muy importante de nuestra identidad, pero es sólo uno de nuestros componentes históricos milenarios, y más nos vale esforzarnos en entenderlo, porque si no, no terminaremos de asumir nuestra complejidad constitutiva, y no sabremos ni lo que sentimos, ni de qué va nuestra mente ni nuestro cuerpo".

"Hay que entender que hay veces, en todo este tapiz, que se presentan conflictos que no se pueden resolver, y menos en un despacho. Bueno, ¿y qué? Lo mismo no tiene solución pero, ¿por qué no empezamos por aprender a llevarlo bien?", propone. De estos dos años de caminos con La Zarabanda, Santiago Auserón destaca su carácter de plataforma creativa. "En un mismo mes -indica-, tres de los componentes del grupo sacarán disco: el pianista Javier Mora; el trompetista, David Pastor, que ha hecho en Nu Roots un disco de jazz eléctrico; o Raúl Rodríguez, que propone cosas como las blueslerías o las sonerías".

Tras el cierre de esta etapa, y a nivel personal, Auserón se propone acabar con su tesis: un proyecto en torno a la música en la Grecia antigua y su papel en los orígenes de la filosofía. Y dice "acabar" como quien estrangula a la bestia negra: "Llevo planteándola desde hace veinte años -confiesa-, he hecho los cursos de doctorado dos veces y no tengo espíritu para hacerlos más. Después tengo pensado dedicar un semestre a la composición y hacer algunos bolos, porque también tengo que vivir".

Galardonado con el Premio Nacional de las Músicas Actuales en 2011, su visita coincide con la concesión del mismo reconocimiento a Carmen París. Un premio que, afirma, recogería igualmente si lo hubiera recibido ahora: "Con todo mi respecto a los artistas que los rechazan -explica-. Pero, en mi opinión, creo que el único motivo para no recoger un premio sería considerarte un favorito por parte de quien lo concede. Entonces sí creo que podrías tener remilgos a la hora de recibirlo. Jordi Savall, Colita, Javier Marías... tienen sus motivos, perfectamente entendibles. Pero un Premio Nacional significa no sólo el homenaje del Ministerio del momento sino, sobre todo, el reconocimiento del público. En mi oficina, además, vino bien para retrasar el ERE..."