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26 de octubre de 2025

Santiago Auserón bebió de la fuente de la eterna juventud en el Palacio de la Ópera

Quizá en aquel jardín botánico bebió en la fuente de la eterna juventud. Viéndolo tan estupendo a sus 71 parece que fue ayer, pero en realidad hace ya 46 años que nació Radio Futura y 30 desde que su carismático vocalista, Santiago Auserón, publicó su primer disco bajo el seudónimo Juan Perro.

Temas de una y otra etapa sonaron este sábado de la mano y la voz del maño más querido en A Coruña, integrado esta vez en La Academia Nocturna, que forma el propio artista con cinco músicos: Pere Foved (baterista), Isaac Coll (bajo), Vicenç Solsona (guitarra), Gabriel Amargant (saxo) y David Pastor (trompeta).

La historia de Santiago Auserón y A Coruña daría para reportaje largo. El primer encuentro fue en 1985, en el Palacio de los Deportes, junto a Danza Invisible. Estas dos bandas participaron también en la segunda edición del Noroeste Pop-Rock, el 25 de agosto de 1987: ese día, el entonces baterista de Danza Invisible, Ricardo Teixidó, lo bautizó como “Juan Perro”. Le gustó cómo sonaba, y llevó ese nombre al disco que Radio Futura publicó ese mismo año (‘La canción de Juan Perro’). Disuelta a comienzos de los 90 la banda con la que alcanzó el estrellato, eligió ese nombre para presentarse en solitario. En 2005 volvió al Noroeste con su hermano Luis, y su proyecto Las malas lenguas, para cantar clásicos del rock y temas de Radio Futura. El 19 de mayo de 2000 celebró el que sin duda está entre los conciertos más extraños de su carrera: en el Playa Club mientras el deportivismo celebraba la Liga. No es la única sala de la ciudad en la que ha estado: Mardi Gras y Garufa también lo programaron.

Por edad, muchos de los este sábado asistentes pudieron estar en muchos de esos bolos. Por eso ya sabían lo que les esperaba: en el Palacio de la Ópera, la noche sonó a rhythm & blues, jazz, rock, pop, son y soul. Las canciones de sus elepés ‘El viaje’ (2016) y ‘Libertad’ (2022), ambos como Juan Perro, fueron la columna vertebral de un concierto en el que, en lo relativo a esta etapa, lo más atrás que se remontó en su discografía fue para cantar a la ‘Perla negra’ de La Habana, uno de los temazos de su disco de debut, ‘Raíces al viento’ (1995), y para pedir ‘No más lágrimas’, de ‘Cantares de vela’ (2002). 

Para acabar, Auserón deleitó a sus seguidores con cuatro canciones de aquella etapa en la que los coruñeses nos enamoramos de la moda juvenil, y también “de las chicas, de los chicos, de los maniquís”, con los Radio Futura.  Empezó este último tramo con la última canción compuesta por la mítica banda, ‘El puente azul’, del elepé ‘Tierra para bailar’ (1992). ‘El canto del gallo’ siguió activando el modo nostalgia en el público, que continuó con el segundo tema más celebradi de ‘La ley del desierto / La ley del mar’ (1984), o sea, ‘Semilla negra’ (la primera es, claro, ‘Escuela de calor’). El broche final llegó con una delicada revisión de ‘La estatua del jardín botánico’.

Crítica de Víctor Seoane para El Ideal Gallego.