01 de mayo de 2009
La Abuela Rock es un colectivo privado que promueve en Montilla actividades culturales sin ánimo de lucro, haciendo frente a una financiación difícil con la colaboración desinteresada de una parte de la juventud local. Su voluntad de preservar los valores del rock cantado en castellano, la eficacia y la calidez humana de sus organizadores, merecen reconocimiento y apoyo institucional.
Para iniciar los actos, el viernes 24 de abril Santiago Auserón dio una conferencia sobre La canción desde la Antigüedad hasta nuestros días, en el edificio de la iglesia de San Juan de Dios, antiguo Hospital famoso por haber alojado en su día a uno de los interlocutores del Coloquio de los perros (el perro Berganza), según narra la divertida novela cervantina. El mismo Cervantes residió en Montilla y pudo redactar allí parte del Coloquio. Había en el lugar, por tanto, solera canina. Se exponía al público una amplia colección de carteles, portadas de discos y premios de Radio Futura y Juan Perro. El acto se inició con un venanciador escanciando vino fino a la entrada del recinto, que lucía un lleno de gala. El público siguió con atención la charla de Santiago comparando el papel de la música en Grecia antigua y en la sociedad mediática actual, sin dejar de degustar el afamado vino local, servido con regularidad tanto al público como al conferenciante y a las otras personalidades de la mesa: el periodista radiofónico José Luis Salas, de Onda Cero, quien leyó la presentación, y Alfonso Bellido, fundador de La Abuela Rock. "Esa alianza de intelecto y vino se daba en los banquetes antiguos y perduró en los cenáculos literarios de toda época, pero en Montilla se ha llevado a la dimensión de fiesta multitudinaria", comentó Santiago.
El sábado 25 por la mañana se celebró rueda de prensa en la Casa de las Aguas. Previamente hubo visita a las salas donde se conserva la obra del pintor José Garnelo. Y después al fondo de incunables cedidos por el bibliófilo Manuel Ruiz Luque, en compañía del mismo, de la señora alcaldesa Rosa Lucía Polonio y del director de la Casa, José Antonio Cerezo. Santiago no perdió la oportunidad de retratarse con primeras ediciones de D. Luis de Góngora.
Por la noche tuvo lugar en la nave Multiusos el concierto con participación de tres bandas cordobesas: Tarik y La Fábrica de Colores, La Reserva y Forty Lies. Cerró la velada Juan Perro presentando sus nuevas canciones en un concierto de más de dos horas de duración, en el que la banda tocó sones de altura. Hubo estrenos improvisados, como la versión en castellano del legendario blues St. James Infirmary (Hospital de San Jaime), que Santiago interpretó a solas con su acústica.
Durante la mañana del domingo 26, Alfonso Bellido organizó una visita a la sierra de Montilla, a los lagares del Molino de Toro, en Cuestablanca, donde se conservan frescos con escenas de tauromaquia del siglo XVII. Su atento propietario Manuel destapó las tinajas de barro, sopló sobre el velo de flor que se forma en la superficie y escanció el blanco más puro. Su vecino Paco enseñó los restos árabes del viejo molino de aceite, convertido en vivienda particular, y contribuyó con un Pedro Ximénez de lujo. Se celebró después una comida de despedida con todos los amigos de La Abuela Rock en la Bodega Los Olivares. El cantaor Manuel Bascón de Montalbán cerró las jornadas con unos cantes emotivos por Carlos Cano y por Manolo Caracol. Desde La Huella Sonora damos las gracias a todos. ¡Larga vida a La Abuela Rock!