06 de agosto de 2009
Sus teloneros, un grupo formado por gallegos y portugueses con ritmos africanos y letras dedicadas a Santiago, calentaron el aforo antes de la aparición de la estrella de la noche. "Que seamos pocos no quiere decir que esta noche no pueda ser mágica", gritó el vocalista de los Narf, que tocaron sus temas protesta e innovadoras composiciones durante una hora bajo el cielo del puerto vigués.
El público fue llegando a cuentagotas ante la llamada del mítico Auserón. Su larga trayectoria musical se hizo patente en la heterogeneidad de los fans congregados en el Muelle de Trasatlánticos: desde gente de cincuenta años, que no escatimó esfuerzos para hacerse con las primeras filas del público para rememorar viejos temas, hasta jóvenes que conocen la brillantez de Juan Perro en su última etapa. Quizás la asistencia no fue todo lo potente que se esperaba para una vieja gloria del rock español, con un currículum esplendoroso sobre todo en la década de los 80, mientras que en el reciente espectáculo celebrado en Madrid las entradas se agotaron en un par de días.
El sentimiento musical perpetrado en canciones que bailaban al son de letras personales propias de Juan Perro se dejó notar en todos sus temas, un recorrido histórico por sus cuatro álbumes, los que ha estado puliendo en los últimos años para dar paso a un concierto completo y distinguido como el de ayer en Vigo. Ni Moscú, ni el Kremlin, ni La Habana y su malecón: simplemente, Vigo.
A medida que Santiago Auserón marcaba el compás sus fans se emocionaban con las canciones más míticas. El Juan Perro de ayer entonó temas para la nostalgia, canciones durante las que la mayoría de sus seguidores viajaron veinte años atrás en el tiempo. Lejos de gritos, silbidos o histeria general, las letras de Auserón hicieron tatarear a más de uno las canciones de su juventud, con un recuerdo melancólico y una leve sonrisa. En este recital Juan Perro se reinventó a sí mismo. Sus temas inéditos flotaron en un ambiente de curiosidad e interés, con aplausos por el orgullo de estar escuchando el repertorio del mayor de los hermanos Auserón. Este filósofo habla a modo de canción mezclando sonido cubano, jazz y rock clásico como sólo él sabe hacerlo.
Cuba tuvo una fuerte presencia durante el concierto de la mano Auserón, acompañado en alguno de sus temas por un trío cubano que supo cómo cautivar al público de Vigo con ritmos pegadizos y muy rumberos. La rumba y los aplausos no se quedaron en el Muelle de Trasatlánticos. Juan Perro tuvo la oportunidad de retransmitir su concierto de ayer en Vigo en directo a través de la red.
A partir de las 12.30 de la noche, Internet se hizo eco de lo que ocurría en el puerto vigués. Blogaliza, una comunidad de blogs en gallego, tuvo la idea de transmitir el espectáculo de Auserón a través de las nuevas tecnologías, valiéndose de su página www.blogaliza.tv. "Se nos ocurrió en un arrebato experimental", expresó uno de los miembros de la comunidad bloguera. Pero no sólo eso, los fans-internautas de los conciertos en red tiraron de Facebook para incrementar la audiencia de Juan Perro. "Enviamos 5.000 invitaciones y en tan sólo 24 horas tuvimos 500 confirmaciones", añadieron los blogueros. Gracias a la red, no sólo los aficionados disfrutaron del ex de Radio Futura en el Muelle de Trasatlánticos sino también desde casa y con sólo un clic.
Escrito por Ángela Liñares y Silvia Mella para El Faro de Vigo.